miércoles, 29 de febrero de 2012

PSICOLOGIA DEL MARATON II Parte

LUEGO DEL PRINCIPIO... LLEGA LA CALMA

Del km. 3 al 10. Una vez superada la euforia inicial,  llega la calma. Continuamos bien físicamente y nos vemos con ánimos de hablar con nuestros “acompañantes”... Gastamos bromas, nos reímos, nos damos ánimos... hacemos “amigos”, compañeros de fatiga... 

Igual que antes , tenemos que ser conscientes de que nos queda un duro camino que recorrer y que no nos debemos dejar llevar por sensaciones inmediatas que no explican toda  la realidad de la carrera.

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“ ... cuando observemos que nos estamos dejando llevar por la euforia de la gente que nos anima o que vamos a un ritmo más veloz del que podemos, porque en ese momento nos vemos fuertes e invencibles, actuemos con cabeza y reflexionemos sobre lo que más nos conviene, y esto no es otra cosa que mantener, atendiendo, para ello, a nuestras sensaciones orgánicas, un ritmo que se ajuste a nuestras posibilidades.”

La Mente en el Maratón. Estudio psicológico del Maratón
                           Por Tomás Vich Rodríguez

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Del km. 10 al 21.  Desde un punto de vista psicológico, esta parte de la carrera no tiene demasiado interés, ya que no hay factores que destorben la mente del atleta (aquí ya no encontramos la alegría  y el bienestar del principio y tampoco estamos tan cansados como para que nuestros pensamientos nos jueguen una mala pasada...) lo que facilita que corramos concentrados y de forma regular...  Esto no quiere decir que se cometan errores, pues podemos seguir malinterpretando los signos corporales percibidos y rodar a un ritmo mas alegre del que nos podemos permitir.

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“ Este espacio de tiempo, … puede servirles de modelo para saber cómo deben correr un maratón; es decir, que si MENTALMENTE, somos capaces de correr toda la prueba como lo estamos haciendo ahora, vamos a estar en disposición de llegar a meta en perfecto estado, ya que estamos dejando de lado nuestras cogniciones erróneas a cambio de otras que nos permiten ir concentrados en lo que estamos haciendo. A fin de cuentas esta es, para mí, la clave fundamental para acabar el maratón, física y psíquicamente bien”.


La Mente en el Maratón Estudio psicológico del Maratón
                           Por Tomás Vich Rodríguez

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HACIA EL "MURO"...

“ El cansancio se va acumulando. Casi no os dais cuenta, pero llegado el momento, las piernas os empiezan a pesar. Ya no zancadeais tan alegremente y la mente ya no la teneis  tan despierta. Os empieza a rondar la idea del fracaso. Falta mucho y estais cansados... Por suerte,  los kilómetros  van pasando rápidamente... hasta el 35...., donde empieza la épica”.

A partir de, aproximadamente, la media maraton comienza a notarse el peso del esfuerzo durante los km. previos,...  la verdadera Maratón empieza ahora, cuando las piernas empiezan a estar cansadas y se empieza a sufrir físicamente. Ya no tenemos ni fuerzas ni ganas de seguir charlando y no nos podemos permitir las alegrías de los primeros kilómetros... 

Es importante llegar a este fase,  física ( por supuesto ) y psíquicamente bien, ya que llevamos muchos km. recorridos, pero todavía nos quedan muchísimos  por hacer, así que si no estamos finos nos va a empezar a rondar por la cabeza la idea del abandono o de que nos va a costar un horror llegar a meta. En cambio, si llegamos bien a este periodo  y conseguimos controlar nuestros pensamientos, la agonía psicológica tardará aún un poco en llegar...

En este momento, de lo que se trata es de analizar de forma, lo más objetiva posible,  lo que nuestras sensaciones físicas nos indican, de tal forma que veamos como algo normal el hecho de que nos duelan las piernas, de que nuestro trote ya no sea tan alegre y que nos cueste más esfuerzo mantener el mismo ritmo.Si antes de empezar, hemos previsto estas sensaciones,  cuando llegue este momento pensaremos en positivo, analizando el dolor como “algo normal”,  con pensamientos del tipo“no estoy tan mal”, “que es una maratón, sino sufrir”, “esperaba sufrir así”.... y no del tipo “estoy acabado,”, “me quedan demasiados kilómetros”, “no he entrenado lo suficiente”, “no tendré fuerzas para llegar”... Es palpable la diferencia entre ambas maneras de plantear el sufrimiento... El primer ejemplo nos llevará, seguro, hacia meta...

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Respecto a esta etapa, tengo una anécdota que me recuerdan los dos errores más importantes que cometí en mi primer maratón:

a.- ir a un ritmo más fuerte del que mi estado físico me permitía.
b.- interpretar erróneamente las sensaciones corporales que pasaban por mi cuerpo en cada momento.

El hecho fue que durante mi primer maratón (año 1995), tras haber recorrido unos 25 kilómetros, en los que había ido más deprisa de lo que realmente podía (primer error), llevado, por un lado, por mi "invencible" fortaleza física, por otro, por el desconocimiento de la prueba y, por último, por mi inexperiencia, empecé a notar, como es normal en todos los corredores, un enorme cansancio de piernas, lo que yo interpreté (segundo error) como un signo de un inmediato calambre. Pues bien, y a pesar de que no me dio ningún calambre, desde ese instante hasta el final de la prueba, lo único que pasaba por mi cabeza eran pensamientos continuos que me recordaban lo enormemente cansado que estaba y las pocas ganas que tenía de correr ("ya no puedo más", "que hago yo aquí"). El resultado final fue, que llegué a meta (gracias a que pude acoplarme a un grupo de corredores que iban dirigidos por un guía que había puesto la organización) en un pésimo estado físico, y en un estado mental desastroso. Al año siguiente (en 1996), cuando me conciencié de que debía ir siempre a mi ritmo y que este cansancio me iba a sobrevenir, lo único que pasaba por mi cabeza eran pensamientos continuos que pedían con deseo que llegarán los kilómetros, es decir, esperaba cada kilómetro con anhelo, ya que de esta forma podía demostrar mi fenomenal estado físico. Evidentemente, en este caso, la llegada a meta fue muy diferente, acabando, para un corredor como soy yo (no he bajado en ninguno de los cuatro maratones que he disputado de las 4 horas y 15 minutos, lo que supone ir a 6 minutos el kilómetro), a un ritmo bastante fuerte (en concreto, a 5 minutos el kilómetro), registrando un mejor tiempo en la segunda media maratón.


La Mente en el Maratón. Estudio psicológico del Maratón
                           Por Tomás Vich Rodríguez



1 comentario:

  1. Estic molt d'acord amb el fet de no tenir pensaments negatius. És més, segons la psicología positiva, els pensaments positius tampoc han de ser negacions, negar que et trobis malament, sinó que han de ser afirmatius, afirmar que et trobes més bé del que et pensaves, per exemple. El cervell adopta aquest pensament i el fa real.

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