"La ciudad de los hombros
anchos", la llamó el poeta Carl Sandburg… Otros, no sin razón, la
llaman “The Windy City” ( La ciudad
ventosa )… Cold , Freeze, Wind … A pesar de su clima extremo, a mi me
parece una ciudad bella, vital, alegre y, sobretodo, muy cordial… No es excitante
o esquizofrénica como Nueva York, ni tampoco tiene un CSI (Chicago) en el que
proyectar lo “mejor” de sus calles, hace mucho frío…, pero… tiene magnetismo…,
grandes parques, un magnifico lago, edificios originales, esculturas
callejeras, los mejores comercios, jazz, los Bulls, Al Capone… En fin, como
dice el eslogan de la maratón : CHICAGO INSPIRES…
CRÓNICA DE UNA MARATÓN EN CHICAGO...
Viernes 5 de octubre de 2012, 14:15
h . Llegada a O´Hare. Chicago ya impresiona desde el avión…
Sin recrearnos demasiado en el hotel, nos dirigimos a uno de los 4 puntos en los que tiene su parada el Free Shuttle Bus Service, que nos lleva rápida y gratuitamente a la Feria del Corredor, la Health&Fitness Expo… Allí,… lo típico, recogida de dorsales, camiseta,… y las primeras compras del viaje en alguno de los más de 200 expositores…
Nos recogemos pronto que, para nosotros, son las 3 de la madrugada...
Sábado, 6 de octubre de 2012. Jornada de
reflexión…
Comenzamos el dia en el Observatorio del
John Hancock Center, donde se pueden observar algunas de las mejores vistas de la
ciudad… El resto del dia, pateamos las calles comerciales de Chicago en la
Magnificent Mile y en el Loop...
Domingo, 7 de octubre de 2012. Dia D.
El despertador suena a las 5:30 h.,
(12:30, hora española). A esta hora, los informativos advierten
que los termómetros han descendido hasta los 2 grados… Aquí la gente está
acostumbrada a las bajas temperaturas,... pero es que solo estamos a 7 de octubre
!!! Y a mi me cuesta correr con mucho frío…!!! Quizá sería mejor correr con una camiseta
térmica por debajo de la de tirantes... Los guantes tampoco sobrarán… No me puedo ni imaginar lo
que debe de ser un invierno aqui…
En
recepción nos espera una delegación del personal y un surtido generoso
de agua, plátanos, vitaminas y cereales… cortesía del hotel. Sin duda, todo un
detalle... Hay más corredores ..., y a todos nos despiden con una sonrisa y un sonoro Good Luck!!!
Ya en la calle, sorprende ver la
cantidad de gente que hay a estas horas… Hoy, todos los caminos conducen al
Millenium Park, el verdadero corazón de Chicago… Taxis, autobuses, metro (
nosotros optamos por este medio… )… y los más osados, andando… "Sólo" son un par de kilómetros
de calentamiento hasta llegar al parque...
Al alba en el Millenium Park...
Con tres cuartos de hora de antelación, llegamos a la zona de salida. A tiempo para
hacernos unas cuantas fotos y respirar el ambiente previo a la prueba…
... Nervioso, me despido de la Montse y me sitúo en la casilla de salida, el Corral
A, el primero después de la élite… Veo de cerca a los que van a disputar la
victoria…
Hago un ejercicio de madurez mental y
decido dejar a un lado mis pretensiones
cronométricas ( puede que vaya
bien … o puede que en el 30 ya no pueda con mi alma…) y centrarme más en disfrutar del
impresionante recorrido por las grandes avenidas de la ciudad... que, en muchos
tramos, están a la sombra de monstruos de más de 300 metros de altura... Lo
dicho, el objetivo empieza y termina aquí: gozar plenamente de la fiesta de
esta mayúscula maratón.
Uno no
"vuela" como lo hacen los elites,... pero mueve un pie, y luego otro,... así que tarde
o temprano, igual que lo harán ellos, atravesaré la línea de meta...
En la línea de salida...
Estoy
en Columbus Dr., que atraviesa el parque paralelo a Michigan Ave., la gran avenida de Chicago.
A mi derecha, el lago Michigan, y a
mi izquierda, tres joyas :
El Jay Pritzker Pavillion, el auditorio al
aire libre de Franz Ghery, …
… el gran huevo/espejo, The Bean (la alubia),
oficialmente Cloud Gate, donde Chicago se
refleja a si misma…
... y el Art Institute of Chicago, según
dicen, uno de los mejores museos de arte del mundo.
Empieza el espectaculo...
Ya estamos todos listos... 45000 valientes
en la línea de salida dispuestos a medir sus fuerzas contra si mismos. Muy pocos
luchan contra el crono… Para la mayoría, el mérito es, simplemente, tener el valor de no dejarse intimidar por el
tamaño del evento y su premio es el de llegar a meta. El reto es recorrer lo más
dignamente posible las 26.1 millas, ya
sea en 2, en el mejor de los casos, o 3, 4, 5, 6 o 7 horas…
De repente, se hace el silencio...
Muchos se ponen la mano en el pecho y … :
“Oh, say can you see by the dawn's early light …” : El himno nacional
americano!!! “a capela” !!! . No es que
yo sea muy patriota, la verdad, pero tengo que reconocer que el momento es de
una solemnidad y una belleza impresionante…
Cuando terminan los aplausos, por fin se da la salida... Siento una
buena dosis de adrenalina y alegría… Los nervios
se evaporan rápidamente… El griterío del numeroso público es asombroso. No
puedo apartar la vista de la gente que tan generosamente aplaude a
la salida… Estoy absolutamente emocionado… Ya no tengo frío porque el público me abraza... No me siento un extraño en su tierra, sino un
estadounidense más…. Todavía no sé cómo, consigo localizar entre la gente a la
Montse… Veo en sus ojos que también está emocionada...
Primeros kilómetros...
Antes de la 1ª milla atravesamos el rio
Chicago dejando a la vista varios de los edificios más importantes del centro
de la ciudad…, como la Trump International Tower ( con sus 357 m., el segundo
edificio más alto de América ) y alguno
de los primeros rascacielos del mundo (si, si… en Chicago se inventó el rascacielos…
). El paisaje aquí es espectacular.
Giramos en Grand Ave. para dar
media vuelta y atravesar de nuevo el rio por la State St... Estamos en
el Loop : el centro de todo. Los gritos del público acompañan el traqueteo de
los famosos trenes elevados ( … que
hemos visto en muchísimas pelis. ). Entre un inmenso pasillo de aficionados,
pasamos por delante del no menos conocido Chicago Theater…
Volvemos a dar media vuelta , salimos del Loop y enfilamos hacia el norte, atravesando otra vez el rio por laSalle Dr., otra de las calles comerciales. Tras 5 o 6 km. de auténtico “subidón”, consigo estabilizar mis emociones y centrarme en mis sensaciones. Veo que voy un poco rápido y, aunque me cueste, decido reducir un poco la marcha… Controlo las pulsaciones, el ritmo de cada kilómetro… Más adelante seguro que lo agradezco.
Hacia el km. 8 entramos en otro de los parques que bordean el Lago Michigan, el Lincoln Park. Aquí encontramos un vasto oasis de estanques, senderos, el Zoo gratuito de la ciudad y… varios sanitarios portátiles !, donde tengo que hacer una parada técnica para eliminar líquidos… Minuto y medio más tarde, prosigo la marcha con la misma alegría pero con menos presión en la vejiga…
Hacia el km.13 damos media vuelta y , prácticamente en línea recta, 7 km. más tarde, pasamos de nuevo el rio para adentrarnos otra vez en el Loop. Ahora toca pasar por la Torre Sears ( Willis ) el edificio más alto de América, que con sus 442 metros de altura se eleva por encima de sus gigantes vecinos...
Antes de llegar a la media maratón veo a la Montse, que me saluda en medio de un montón de gente… Me acerco y veo como me aplaude, y grita mi nombre, más gente de lo normal ( más tarde me enteré que había seguido el recorrido con una familia Mejicano-Estadounidense que conoció en la salida )…
Otro subidón… Y van no sé cuantos!!!
Allá por el km. 23 United Center, hogar
de los Chicago Bulls… Muy cerca, me paro a relajar otra vez la vejiga… Dos
minutos más perdidos… No lo comprendo… Como que estamos en un punto de la
carrera donde no hay tanta gente, ni tanto en lo que distraerse, le doy vueltas
a la cabeza y me doy cuenta de que no estoy sudando nada. Hace un frio seco y
no expulso agua por el sudor… así que por algún lugar tiene que salir ese agua…
De todas formas, arranco bien,... pero decido que no beberé tanto a partir de
ahora, no quiero parar una tercera vez.
Respiro, escucho los sonidos de la
maratón… Me animo, soy optimista… Me siento bien … Respiro. Corro.
Llegamos al km.35 sin novedad. Pese a
que estoy cansado, no me cuesta trabajo deducir que estamos en pleno Chinatown…
Más o menos en el km.38 entramos en
Michigan Ave., de vuelta a “casa”. Con la silueta de los rascacielos al fondo,
estos últimos 4 km. se me hicieron cortos... La gente animaba a ambos lados y
empezaba a intuir lo que sería la
entrada a meta … No me iba a salir un tiempo record pero sí una buena marca y,
sobretodo, unas magníficas sensaciones a lo largo de toda la maratón…
Acaba nuestro periplo por Michigan Ave y
giramos por Roosevelt Rd. Allí está la Montse (… con su grupo de amigos )
animándome… Con la emoción del momento ni noté la subida que teníamos que
coronar antes de entrar al Parque por Columbus Dr…
El final...
El final...
Lo que viene a continuación es algo grande… Esa ultima recta de 250 metros, con el público volcado en su apoyo a los atletas, es memorable, indescriptible, imborrable en la mente… Mi objetivo se ha cumplido: correr la Maratón de Chicago… Aunque no es lo más importante, el tiempo invertido es bastante correcto : 3h 01m ...
La maratón pasa pero el recuerdo
sobrevivirá y perdurará en el tiempo…
Con la medalla ya en el cuello, la 27th
Mile Post-Race Party, en el Butler Field,
pone punto y final a esta fiesta del Running.
Aquí me reuno con la Montse, que llega a tiempo antes de que entre en estado de
hipotermia…
Puedo decir con orgullo que he vivido
uno de las mejores experiencias de mi vida... Chicago es, por motivos más que
justificados, una de las “Grandes”.
La Maratón ...
En los USA hay ciertas cosas que forman
parte del patrimonio colectivo y la gente las siente como algo propio… La
maratón es una de ellas… quizá
porque reúne dos de los adjetivos que más gustan a los
americanos : heroicidad y el carácter épico.
Por eso, interesa, no sólo a los atletas y sus familiares, sino que la
ciudad entera se vuelca en el espectáculo. Como muestra, los 12.000 voluntarios
( escogidos entre 20.000 solicitudes) que trabajan durante el fin de semana
para que la maratón sea algo más que una carrera : una gran experiencia…, y los 1.7 millones de espectadores, venidos de
todas las partes del mundo, que siguen
en directo el espectáculo de la maratón y nos hacen vibrar de emoción…
Los corredores no somos nada si no
sentimos de cerca el aliento del público. Sus ánimos son imprescindibles… Por
eso, entre otras cosas, la Maratón de Chicago es una de las que cualquier
atleta sueña con correr algún dia en su vida.
MÁS FOTOS...
MÁS FOTOS...
La Maratón ha acabado, pero no el viaje…
Ahora toca visitar la ciudad a paso de turista… Ver aquellos lugares que dejé
atrás corriendo y saborearlos con el regustillo de satisfacción que me ha
dejado la maratón.
Para empezar, tengo que cumplir una
pequeña promesa : después de pasar por la ducha, hacerme con una 4 quesos en
Gino´s East, una superpotencia de la pizza de base gruesa estilo Chicago…
Simplement ES-PEC-TA-CU-LAR. Moltes felicitats!
ResponderEliminarEns has fet sentir la marató com si estiguéssim allà.
Espero poder disfrutar i viure el mateix en l'altre gran marató d'EUA: Nova York. Dues setmanetes només
Abraçada,
Gràcies, ja et seguirem... Fes bones fotos...
EliminarGran Xavi! Moltes Felicitats i moltes gràcies per explicar-nos-ho!
ResponderEliminarMoltes felicitats i gracies per fer-nos sentir la Marató de Chicago tant a prop, el fred, la gent, sensacions, paisatge, les emocions i l'arribada.
ResponderEliminarLes fotos magnifiques, sobre tot l'última de la Montse, jejeje !!
Serà magnific poder fer-la un dia i recordar la teva crònica vivint el moment un mateix.
No sé quan... però m´agradaria fer la de Boston... (aquí ho deixo...) De moment, esperarem que la meva prima de risc personal baixi...
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